Si estás leyendo esto es porque tienes la oportunidad de vivir un día más, un día que debe o puede ser el primero para iniciar los cambios pertinentes para ser una mejor versión de ti, ¡ser mejor persona!. Hacer de algo sencillo un recuerdo, dar las gracias, un buenos días, un abrazo que deje sentir al otro lo importante que es en nuestras vidas, incluso una sonrisa puede ser para quienes duermen y viven en la misma casa, el aperitivo perfecto. Convertir una casa en hogar es una arte, es la gratitud, el cruzar las miradas y estar atento a los pequeños detalles, el preámbulo perfecto para esperar lo mejor de cada día. Muchas veces por el olor, la textura y el sabor de un platillo, viajas al momento justo donde tu abuelita te recibía en casa, compartías la mesa con tus hermanos o ese momento maravilloso donde conociste a esa persona encantadora. Así son los recuerdos… si un alimento nos transporta a épocas maravillosas, imagínate lo que puede hacer en quienes te rodean, la ternura de nuestras manos, la suavidad de nuestras palabras y la calidez de nuestros abrazos. Cultivemos el arte de dejar un buen sabor en quienes están a nuestro alrededor, seamos el bálsamo perfecto que perfume y aderece nuestra vida y la de quienes nos rodean.

Rocío Rio, Consultora familiar.